Saturday, September 13, 2014

Ya es el fin

¡Buenos días!


Ya es el fin. Y ya el tiempo corre para lunes.
Me he fijado que empiezo varias cosas que no termino. Espero que esta no sea como ellas. Espero que cada día, tal vez cada dos días, yo escriba un blog.



Hoy leí Salmo 16 y Filipenses 1 y 2. Me gusta leer más que pocos versículos porque así no entiendes el contexto. A pesar de eso, quiero compartir los que me tocaron lo más.

“Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo.” – Filipenses 1:20

“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.” – Filipenses 2:3

“Yo le he dicho al Señor: ‘Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno.’” – Salmo 16:2

“Tú, Señor, eres mi porción y mi copa, eres tu quien ha firmado mi suerte.” – Salmo 16:5

Me encanta Salmo 16:2. Me queda en el actitud correcto cuando el estrés o el presión de la vida estudiantil sube. Me dice que mi identidad no sale de como refinido era mi discurso, o como son mis notas.


Bom dia!
Ja é o fim. E ja o tempo corre para a segunda-feira.

Veio a meu mente que começo muitas coisas que as veces eu não termino. Espero que esta não seja como elas. Vou tentar escrever um blog cada dia o cada dois dias. 

Hoje li Salmo 16 e Filipenses 1 e 2. Me encanta Salmo 16:2. Ele me diz que minha identidade não vem de minhas propias forças, como foi minha fala, o minhas notas. Ele me diz que minha identidade sai de meu relação com Deus.   

                                                                              

Saturday, August 30, 2014

Día 1

Nuestra profesora para la clase de COMM 101 nos mostró un video, un TED Talk, por Shawn Achor. Él habló sobre la importancia que cambiamos, como una sociedad e individuos, como vemos la relación entre el éxito y la felicidad. Dijo que si siempre vemos la felicidad como algo que empieza después que hemos logrado el éxito, nunca lograremos la felicidad. Me reconocí mí mismo durante su plática y decidí hacer diariamente las cosas que propuso. Por falta de vivir sin examinar su camino, puedes ver el mundo como gris, con una forma negativa de pensar. En contra de eso, diariamente debes hacer lo que sigue: escribir tres cosas para que tengas gratitud, hacer ejercicio, meditar, hacer un ‘Act of Random Kindness’ y seguir su progreso por una ‘revista’ cada día. La revista debe dar noticia como va contigo y también debes describir una experiencia que tuviste eso día.

Bueno. Hoy fui a correr trece millas, siguiendo el horario de entrenamiento para el maratón de Chicago. Cuando estuve corriendo, fijé mi mente en cosas buenas. Así que, tengo gratitud que puedo correr, que fue sábado, y que hay un sendero genial como el ‘Prairie Path.’

Mi experiencia buena también pasó cuando corrí. Durante el regreso, oí pasos de unos pies detrás. Me siguieron y me empujaron adelante. No quise que alguien me pase. Estoy seguro que me pararía varias veces si no hubiera los pasos. El camino era más duro, y no tan cómodo si pude correr como quisiera, pero me hicieron cumplir el reto más rápidamente, y con más fuerza. A la fuerza no puedo explicar, sine que es algo los corrientes entienden.


¡Y Ya es todo! Hasta luego…

Thursday, August 28, 2014

...y ya hemos empezado

Estoy sentándome fuera de mi apartamento. Son catorce para la medianoche y más genial afuera que adentro. Me relaja escribir en español. Algunos de mis amigos queretanos me dicen que es igual para ellos: les gustan leer sus biblias y escribir en ingles cuando quieran sentir más creativos o poéticos. A mí me gustan los tiempos tranquilos. Me gusta sentar en el aeropuerto y mirar a la gente mientras se pasan y se vuelven con la rapidez con toda la fuerza de vida. Me gusta ir por la lancha en la madrugada por un lago secreto, callado. Me gustan, cuando me dejo soñar de una novia, de los dos de nosotros no corriendo a un lugar u otro, pero tranquilamente pasando las horas adjuntos con poca presa de hablar. Tantas palabras pueden socavar un intercambio de ideas si cada persona entra la conversación con energías diferentes. 
  
A veces los obstáculos culturales me desaniman por hablar español. Cuando estás aprendiéndolo, y especialmente cuando estás al principio, todos te soportan a pesar de tus errores. Pero lo más que avanzas, las expectativas suben, como deben. Los obstáculos de que refiero no vienen del idioma, pero de la cultura. Muchas veces me acuerdo que mis amigos hispánicos americanos (quienes no hablan ni un poco de español) se entregarían más fácilmente que yo en una conversación. Me acuerdo durante mis primeras semanas en México expliqué a mi familia anfitriona que hablo con ideas ingleses y americanos a través de palabras mexicanas. Al fin de mi tiempo allá, creo que eso había cambiado. Cuando mis padres me visitaron, me hizo mucho trabajo de traducir entre mis dos familias. Mi mente sentiría más cansado más temprano. He aprendido como hablar español sin traducir cada palabra desde el inglés.

Claro que no, ahora no soy maestro. Mas que, solo he construido un base encima de que puedo empezar crear mi identidad española. Tal vez identidad no sirve bien. No la estoy creando, más de diseñándola. Me remuerdo como no estoy matriculado para clases españoles este semestre, pero ya tengo bastante trabajo, creo. También espero entregarme en una iglesia española (con una populación bastante fuerte de jóvenes). ¡Cómo me extraño a Queretaro! Ojala que yo estuviera pasando la noche con mis amigos allá. Solo empecé de formar una comunidad allá. Supongo que es uno de los sacrificios que viene con la decisión. Al fondo de la palabra ‘decisión’ encontramos un juez de valores. Sí, puedo vivir en Queretaro, pero sigo los consejos y sigo en el camino que he comenzado aquí.

No estoy seguro si debo seguir por la clase de calculo. No he tomado una clase de matemáticas en cuatro anos, y no he hecho ningún problema ni mirado a un texto en esos anos. Requerirá de mi mucho trabajo y esfuerza para terminar con una nota buena.

Tengo una confesión. Si tu, mi lector querido, ha entendido todo de eso, te saludo. Mas si español es tu primer idioma (disculpa para como yo lo uso). A veces me gusta hablar en otros idiomas porque me cubren y tambien a mis sentimientos.   

Thursday, April 10, 2014

el laberinto de la soledad //


Tengo un plaque en mi cuarto que dice, “Guarda sus pensamientos; se convierten en palabras. Guarda sus palabras; se convierten en acciones. Guarda sus acciones; se convierten en hábitos. Guarda sus hábitos, se convierten en su carácter. Guarda su carácter; se convierte en su destino.” Personalmente, creo que la vida sigue este camino. La sabiduría que entiende el destino de una individual, o un pueblo, analiza los pensamientos – la consciencia. Por eso, El laberinto de la soledad ha estado resonando con los norteamericanos y mexicanos – los dos pueblos inseparables – por más de sesenta años. Sin embargo, los dos pueblos inseparables se evitan el otro por sus propias consciencias. Nunca se tocarán, sino que seguirán junto al otro, quedando la misma distancia entre los dos a través de la historia. Los dos colores complementarios nunca se combinarán, pero continuarán hasta el infinito.
Cuando llegué a Querétaro, no mi di cuenta como fuera la sociedad. Entre el choque cultural inicial y el diluvio de data cultural, los primeros meses me pasaron como la niebla. El choque cultural me quita la capacidad distinguir entre una riqueza cultural. Yo tenía las preguntas, pero no tenía las respuestas, ni un camino claro para obtenerlas. El laberinto de la soledad me dio eso camino claro, sin respuestas, pero el camino vino como una herramienta del pasado. He aprovechado la habilidad medir mis pensamientos sobre la vida actualmente y las mismas conciencias que Octavio Paz analizaba.
De los dos pueblos, solo los mexicanos pueden aprovechar sus metas. Los norteamericanos no se quitarían su meta imposible. “Son activos; nosotros quietistas; disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos.” (26) Para los norteamericanos, el apetito crear más inventos nunca estará satisfecho. Nosotros (norteamericanos) somos perfeccionistas. Negamos la visión de una utopía con nuestros labios pero la soportan por nuestros planes y revisiones y correcciones. Faltamos agarrar nuestra esperanza y tocar su piel misteriosa por menos del olor de su hipnotizado perfume. El futuro roba nuestra sangre por el compromiso de dos veces del tamaño en un ratito. Tal vez por eso Octavio Paz dijo que solo los mexicanos han encontrado la alegría verdadera.
La muerte le da miedo al norteamericano. Juventud, belleza, y pasión capturan los sentimientos de la sociedad. Nadie se da respeto a los grandes, ni los grandes a sus mismos. ¿Por qué? Como el proverbio dice, ‘Lo que ama menos controlara la relación.’ Los mayores ya están enamorados de la juventud. ¿Por qué los jóvenes le darán su atención o esperanza en una etapa sin respeto por su misma? En la cultura norteamericana, la goza está medida por los años más que alguien tenga. Lentamente, la muerte se chupa los años y la esperanza de la individual norteamericana. Pero…los mexicanos se aman la muerte. Por lo menos, ellos no se niegan como sus vecinos del norte. La muerte se pica a todos, pero no todos responden en la misma manera. Los mexicanos se abrazan la muerte mientras la se lidera a su descanso final. La muerte tiene que sacar los norteamericanos de sus inventos, en medio de gritos por más tiempo – ‘Solo un ratito más, le pido, Señor.’
“Ambas actitudes me parecen irreconciliables y, en su estado actual, insuficientes.” (27) Las sociedades de Norteamérica y Latinoamérica ven lados diferentes de la misma moneda. Sin embargo, la gente – los críticos, autores, rebeldes, artistas, e individuales – en el medio no ve nada. Las individuales pueden contemplar y comprender los dos narrativos, sino que no pueden entrar cambiar ninguno. Octavio Paz lamentaba que la gente de las culturas tienen “rostros obtusos y obstinados, brutales y groseros, semejantes a los que, sin complacencia y con un realismo,…algo muy concreto y al mismo tiempo muy universal.” Toda la gente está buscando por la Esperanza, la sueña de “de volver a ser, otro hombre,” (31) pero nadie la encontrará hasta los dos colores complementarios se tocan.

Wednesday, April 2, 2014

home is a memory

The trip began like any other when we left for the Sierra Gorda, the mountainous area of Querétaro. As usual I maximized sleep and minimized preparation the night before, packing my bag in around 11 minutes on the morning of the trip. We settled into our seats and downed some Dramamine for the day-long drive along dizzying curves. Dramamine, anyone? No thanks. I took the curvy roads as a challenge. But after the Sierra Gorda…I’ll take the Dramamine next time.  

We slept. We snacked. We quibbled over Spanish grammar. And we drove on and on. The views were just incredible. Ledges and ridges carved out before me like folds on a dress. At some points we would round a bend, only to see how the road doubled and quadrupled upon itself for miles as it wound up and around the mountains.

Several pit stops and some spelunking later, our driver randomly stopped on the side of the road. We disembarked and re-embarked onto the beds of smaller pickups. With minimal sleep the night before I hadn’t checked the itinerary and just now learned we were headed to a waterfall named ‘Casca de Chuveje.’ I had thought the paved roads were treacherous, but now we descended into the heart of the valley. At this point in the Sierra Gorda the mountains seemed to graze each other’s sides in the depths of the valley before hastily returning to their peaks and lofty ridges.

Our drivers left us a kilometer from the waterfall and we continued on foot. The sun was setting and being in the valley, we only had an hour before nightfall. We rushed by some sleepy bulls and even sleepier shanties until we reached the Casca. A scene from Pirates of the Caribbean opened in front of me. Water cascaded over a hundred feet down smooth, moss-covered rock in the obscure bosom of the mountains. The scent of freshness replaced the dusty and tired feeling from the day’s journeying.

I would say I jumped in the pool, but sauntered hits nearer the truth. To be honest, the water was too cold for me, but duty called. I just couldn’t allow seven girls beat me into the water, as juvenile as that sounds. So while I enjoyed the dip I was happy to dry off. We returned to the rendezvous point about an hour after nightfall, just as the stars crept from their beds. Even the moon made an appearance that night.

As I looked up at the night sky, I was transported back in time and space to an uninhabited lakeshore on the border between the U.S. and Canada. The stillness reigned until her graciousness was broken by the howls of wolves. I was on my ‘solo’ during Passage – the 2-day solitary fast to focus and pray. Since my ‘solo,’ I had never seen stars so luscious until that night I stared at the sky in Mexico. I blinked and camping trips with my Dad flashed through my mind. How many times had I wondered at those stars? How many times had the untamed scents of the earth filled my nostrils as I stared beneath her ceiling?

The tantalizing nearness and yet numbing distance of home gnawed at me. I bowed my head and thanked God for the opportunities I had been given, and for the treasured memories I was privileged to carry. The immensity of the world packaged itself into my mind. Wherever I would rest my head, those memories would be with me, affirming my thirst for adventure yet gently tugging me home. 

Saturday, March 22, 2014

THE DAYS ARE FLYING

The days are flying, flying by
The sand is slipping through the hands
Soon you will sigh your final sigh
My son, leave not your days to chance
 
Hold to life, fight the fight
Search for beauty, passion, and art
Look for faith, joy and light
Hold love, and her, close to your heart
 
Scatter the birds, wake the dead
Live by your soul, not by your head
Forget fools and forgive yourself
Leave not the Bible upon the shelf
 
Rise with the sun, treat wisdom with care
The grave, though distant, is ever there
Rejoice with birth, make pleasure a must
But never forget you’re merely dust
 
My sand has settled
My days are done
My life, now over, has just begun


un momento a reflejar // a moment to reflect

Honestly, I didn’t know what to expect when I boarded my flight for Querétaro, Mexico. I can clearly picture that day, from waking up at 3:45 a.m. to the two flights, from customs to meeting my host family and my first meal in Mexico. Of course it felt strange to wake up in another country for the first week, and it seemed like my Spanish needed an extra hour to wake up each morning. But as the days and the initial fog cleared, I turned to look back on what had happened.

Wrestling through culture shock provided a valuable opportunity to understand myself better. My personality communicates directly, for better or for worse. Not only do I hail from a direct and analytical culture, my brain has been wired to deconstruct and communicate in the most efficient means possible. In other words, I’m very introverted. Usually I prefer to watch over participate, but the value of establishing rapport quickly with strangers was quickly impressed on me. In general in the United States, culture values waiting one’s turn to speak. However, in Mexico, it may be considered poor manners to not interrupt your conversation partner. Now, there’s a fine line between interrupting someone’s thoughts and adding to their explanation or continuing their idea. Due to this, at first it was difficult to follow Mexican conversations. I felt the need to grasp every pronoun and little word of each sentence, at the expense of its meaning. Certainly I’m still far from speaking as a native, but to a degree I’ve learned the art of demonstrating interest for a topic in another culture.

When I was a child, every couple of months my Mom used to measure how fast I and my sisters were growing. I never noticed my progress until Mom marked it off while I tried to be as tall as possible. In the same way, I’m sure I’ve grown during this semester, but I’m too close to notice most of it. However, I have a few suspicions about my growth. I feel stronger, for one. Not physically, but there’s a weight, a surety in my step. I feel a confidence that can only be achieved by taking risks and overcoming challenges. New situations are new of course, but the taboo and uncertainty associated with them has died away long ago. Every day for the past two months has barely resembled the previous. As I’ve crashed into Mexican culture, I’ve felt my North American roots. I’m learning to accept compromise. I’m gleaning the positives from both cultures without letting the negatives weigh me down. I’m appreciating Mexican culture while affirming my upbringing.

Certainly, I’ve felt like a child here many times when I ask for clarity or directions. Every circumstance in life contains its own difficulties but living in another country can be incredibly stressful. One of the most comforting sections in the Bible to me is Matthew 6:25-27. In it Jesus tells his disciples not to worry.

Therefore I tell you, do not worry about your life, what you will eat or drink; or about your body, what you will wear. Is not life more than food, and the body more than clothes? Look at the birds of the air; they do not sow or reap or store away in barns, and yet your heavenly Father feeds them. Are you not much more valuable than they? Can any one of you by worrying add a single hour to your life?
As a foreigner, I was tempted to worry about everything: food quality, bodily safety, making friends, not embarrassing myself, etc. Just like in the States, in Mexico an infinite number exists of uncontrollable circumstances. However, with the change in environment, my fears came out from hiding. I had to deal with them. I feel that God has worked in my life in two ways during this semester. First, He’s taught me some humility as I grapple with culture shock and the inevitable awkwardness of living in another culture. Second, I’ve had to rely on His promises, which haven’t failed, to function outside of my comfort zone.

Originally, I came to Mexico to learn Spanish for its own sake. However I didn’t imagine the doors that knowing the language would open. One of my favorite quotes comes from Sun Tzu, an ancient Chinese general. He said, "Opportunities multiply as they are seized.” I could not know what this semester would be like, and I still don’t know how it will change my life. However I knew I could not live without opening this door. Coming to Mexico, taking classes, joining a church here, going to the gym; simply living has opened opportunities I will be able to access for the rest of my life. I’m extremely grateful for this opportunity and spending a semester in Mexico is one of the best decisions I’ve made.

De veras, no supe que debo esperar cuando subí mi avión para Querétaro, México. En mi mente el día es claro: me desperté a las 3:45 de la mañana, esperando con anticipación en el aeropuerto, dos vuelos, pasando por aduana, y conociendo mi familia anfitriona. Claro que me sentía extraño para despertarme en otro país, especialmente durante la primera semana. Me parecía que mi español necesitaría una hora extra cada mañana para prepararse. Después el choque inicial, tomé un minuto para comprender más que me ha pasado.

Luchando contra el choque cultural me dio una oportunidad valor para entender más de mí mismo. Mi personalidad comunica directamente, para la mejor o la peor. No solamente soy de una cultura directa y analítica, mi cerebro ha sido creado para deconstruir y comunicar en el medio más económico. Es decir, soy bastante introvertido. Usualmente, yo prefería ver más que participar, pero el valor de establecer relación con extraños pronto fue impresionado a mí del principio. En general en los Estados Unidos, la cultura pone valor de esperar a hablar. Sin embargo, en México, a veces es considerado mal educado si no interrumpas la persona con quien estas platicando. Claro que si hay una diferencia entre interrumpir los pensamientos de alguien y añadir a su explanación o continuar su idea. Debido de esa diferencia, al principio fue difícil a mí para seguir unas conversaciones de mexicanos. Sentía la necesidad captar cada pronombre, cada palabra chica, a expensas de la significa. Certidumbre, todavía tengo mucho trabajo antes de hablaría como un nativo, pero a un punto he aprendido el arte de demonstrar interés para un tema en otra cultura.

Cuando era niño, cada par de meses mi Mama media la alturas de yo y mis hermanas. Nunca me noté mi propio crecimiento hasta mi Mama lo marcaba (cuando yo intentaba parar lo más alto que posible). En el mismo sentido estoy seguro que he crecido durante este semestre, pero no puedo notarlo porque es mi propio. Sin embargo, tengo sospechosos sobre mi crecimiento. Me siento más fuerte para uno. No en un sentido de fuerza física, pero hay un peso, una confianza en mi paso. Me siento una confianza que solo es posible ser logrado por tomando riesgos y superando retos. Nuevas situaciones son nuevas, claro, pero el tabú y el incertidumbre asociado con las situaciones ya se han disipados. Cada día por los últimos dos meses apenas has sido como el anterior. Como he chocado contra la cultura mexicana, he sentido mis raíces norteamericanos. Estoy aprendiendo aceptar el compromiso. Estoy espigando las cosas positivas de ambas culturas sin permitiendo las negativas me pesan. Estoy apreciando la cultura mexicana y afirmando mi crianza.  

Ciertamente he sentido como un niño aquí muchas veces cuando preguntaría para claridad o direcciones. Cada circunstancia en nuestras vidas contendría sus propias dificultades, pero vivir en otro país puede ser lleno de estrés. Una de las secciones más consolador a mí de la Biblia es Mateo 6:25-27. Ahí Jesucristo cuenta a sus discípulos que ellos no deben preocuparse.

Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
Como un extranjero, tenía la tentación a preocuparme en todo: la calidad de la comida, seguridad de cuerpo, como crear amistades, evitar al ridículo, etc. Justo como en los Estados Unidos, aquí hay un número infinito de circunstancias incontrolables. Sin embargo, mis miedos dejaron la oscuridad con el cambio del ambiente de vivir. Tenía a tratarlos. Me siento que Dios ha trabajado en mi vida en dos áreas durante este semestre. Primero, me ha ensenado alguna humildad a través del choque cultural y la torpeza de vivir en otra cultura. Segundo, he tenido a confiar en sus promesas, que no me han falladas, para funcionar fuera de mi elemento.


Originalmente, vine a México para aprender español para su propio beneficio. Sin embargo, no me di cuenta que saber la idioma abriría algunas oportunidades. Como ya he dicho, uno de mis dichos favoritos es de Sun Tzu, un general anciano de china. Dijo, “Las oportunidades se multiplican cuando son agarradas.” No podría a saber que este semestre me vendría, y hasta ahora no tengo ninguna idea como va a cambiar el rumbo de mi vida. Sin embargo, supe que no podría a vivir sin abrir esta puerta. Venir a México, tomar las clases, involucrarme en una iglesia, ir al gimnasio; simplemente vivir ha abierto oportunidades podré acceder por el resto de mi vida. Estoy agradecimiento por esta oportunidad y pasar un semestre en México ha sido alguna de mis mejores decisiones.